Vulturus, un águila fuerte y elegante, vuela alto sobre los árboles. Todos los pájaros y animales lo admiran, excepto uno: Corbus, el cuervo.
Vulturus, un águila fuerte y elegante, vuela alto sobre los árboles. Todos los pájaros y animales lo admiran, excepto uno: Corbus, el cuervo.
Corbus siempre causa problemas. Roba comida a los animales más pequeños y se burla de otros pájaros. Le encanta molestar a Vulturus, el águila.
Un día, mientras Vulturus vuela, Corbus aletea a su lado.
—¡Mírate! ¿Tienes miedo de bajar y estar con los demás? —dice Corbus. Vulturus se mantiene tranquilo.
—No tengo tiempo para juegos, Corbus. El cielo es mi hogar.
Corbus sonríe. —Si eres tan increíble, ¡déjame montar en tu espalda! Demuestra lo fuerte que eres. Vulturus decide aceptar. —Está bien, súbete —responde. Corbus sube felizmente a la espalda de Vulturus. —¡Veamos qué tan alto puedes volar! —dice emocionado.