Un día de primavera, la maestra anuncia que visitarán una escuela cercana. Los niños están felices. La maestra les explica que los estudiantes de esa escuela hacen algunas cosas de manera diferente. Entonces, nota que María está pensativa y le pregunta qué ocurre.

María dice que su hermana mayor, Anna, estudia allí. Antes, se sentía un poco avergonzada, pero ahora entiende que su hermana solo necesita que la traten con cariño. María está emocionada por la visita y por presentarles a su hermana.


Los niños se sorprenden al saber que Anna tiene una discapacidad. La maestra pregunta qué le gusta hacer para que puedan planear actividades. María responde: "Le encanta la música y bailar." Matt sugiere: "¡Podemos mostrarles el baile que aprendimos!" María añade: "Podemos hacerlo más fácil para que puedan unirse."


¿Crees que es una buena idea hacer el baile más sencillo?

El día de la visita, los niños llegan emocionados. María abraza a su hermana y le dice que sus amigos han venido. Anna no reacciona mucho, pero María sabe que así es su forma de ser. Sus compañeros se sienten un poco nerviosos porque no saben cómo actuar.

Salen al patio para jugar, pero no es tan fácil. Un niño en silla de ruedas no puede atrapar la pelota, y el juego no sale como lo imaginaron.


¿Crees que deberían rendirse y dejar de jugar?

La maestra anuncia que es hora de bailar. Matt frunce el ceño y dice que no será divertido porque los niños parecen demasiado diferentes para aprender los pasos. La maestra le responde:

"Solo necesitan ayuda. Dales una oportunidad, y tal vez te diviertas también."

Pero Matt no está seguro y decide quedarse afuera solo, mientras los demás entran a bailar.


¿Qué crees que debería hacer Matt?