Emma vivía en un vecindario divertido. Le encantaba explorar y aprender cosas nuevas. Un día, algo sucedió que la hizo pensar en diferentes religiones.
Emma estaba jugando afuera cuando vio un camión grande. ¡Nuevas personas se estaban mudando a la casa de al lado! Estaba emocionada por conocerlas. Emma se acercó para mirar. Vio a una familia con canastas y alfombras coloridas. Su ropa era diferente. Llevaban túnicas largas y sombreros brillantes que resplandecían bajo el sol.