Emma sintió timidez al hablar de los nuevos vecinos y cambió de tema. Pero después, deseó haber preguntado más cosas. Decidió ser más abierta la próxima vez.
La historia de Emma nos muestra que es bueno sentir curiosidad por los demás. Las cosas nuevas pueden parecer extrañas, pero podemos aprender mucho haciendo preguntas. Como Emma, podemos darnos cuenta de que ser diferentes hace que el mundo sea más interesante. Recuerda ser amable y amigable. Así es como hacemos amigos y aprendemos.