Hola, soy Lisa, ¡y hoy es el Día de la Lectura en la escuela Sunshine! Todos en la clase están emocionados por leer sus historias favoritas. Pero mi amigo Leo, que es muy bueno contando historias, está nervioso. Verás, Leo tiene dislexia, lo que significa que leer a veces es complicado para él. ¡Quiero ayudarlo a sentirse más seguro!


Así que estamos sentados en clase, esperando que sea el turno de Leo. Leo está al lado de Lisa, mirando su libro. Está ansioso y preocupado.

Leo susurra a Lisa: '¿Y si me equivoco? A veces las letras se mezclan.'

Sé que Leo tiene las mejores historias, pero leer en voz alta es más difícil para él que para los demás niños. Lisa quiere ayudarlo, pero no está segura de cuál es la mejor manera de hacerlo.


¿Debería Lisa practicar con Leo antes de que lea la historia en voz alta?

Antes de que sea su turno, Lisa le pregunta a Leo si quiere practicar leer la historia con ella. Leo asiente, y se van a un rincón tranquilo de la sala.

Leo empieza a leer: Tropieza con algunas palabras, pero Lisa sonríe y le dice: '¡Lo estás haciendo genial! Solo tómalo con calma.'

Practican juntos por unos minutos. Lisa puede ver que Leo se siente un poco mejor, pero todavía está nervioso por leer frente a toda la clase.

Leo dice: 'Es más fácil solo contigo, pero ¿y si me equivoco frente a todos?'


¿Te gusta leer frente a la clase?

Ahora, casi es el turno de Leo, y lo mira a Lisa con ojos nerviosos. 'Tal vez debería saltarme mi turno. No quiero equivocarme frente a todos.'

Realmente quiere leer su historia, pero todavía tiene miedo de cometer errores.


¿Qué debería hacer Lisa?