Jamie no invita a Sam a jugar. Sam se sienta solo en el banco, mirando a los demás. Se ve triste, y Jamie se siente culpable. Más tarde esa noche, Jamie piensa en lo solitario que debe sentirse Sam y desea haber hecho algo diferente.
Ser amable y ayudar a los demás a sentirse incluidos, especialmente cuando son nuevos o diferentes, puede hacer una gran diferencia. Todos necesitamos un amigo, y a veces un poco de amabilidad es todo lo que se necesita para hacer que alguien se sienta bienvenido.