Şori decide participar, pero cuando empieza a leer, se pone muy nervioso. Una rata en el público grita: "¡Habla más fuerte!" y los demás se ríen. Şori se siente avergonzado y deja de leer. Rápidamente, se baja del escenario y se va corriendo con lágrimas en los ojos.
A partir de ese día, Şori comparte sus historias con todos. Demuestra que está bien enfrentarse a los miedos y que la amabilidad puede hacer a todos más fuertes.