La maestra detiene la discusión y le dice a Patrick que se ponga a dibujar mientras los demás juegan. Patrick se ve confundido, pero empieza a dibujar. Comienza el juego y el otro equipo gana porque está mejor preparado. Te sientes decepcionado y te das cuenta de que la buena memoria de Patrick podría haber ayudado a tu equipo. Le pides disculpas por no haberlo incluido.
Los compañeros de Patrick empiezan a valorar su talento especial y a jugar con él. Se siente más aceptado y disfruta más la escuela. La maestra habla sobre el autismo y la empatía. Explica que debemos aceptar las diferencias de los demás. Con el tiempo, sus compañeros aprenden a apreciarlo por quien es.Esta historia nos enseña que todos tenemos talentos especiales, aunque a veces no los notemos al principio. Si somos amables y abiertos con los demás, podemos hacer de nuestra clase un lugar más amigable para todos.