Sam se queda con los niños que tienen disfraces y micrófonos.

Ben, Lily y Zoe no participan y se sienten tristes.

Ben: "Tal vez mi canto no es lo suficientemente bueno."

Lily: "Creo que no debería bailar sin zapatos especiales."

Zoe: "Quizás nadie se reiría de mis chistes."

El show de talentos sucede, pero falta algo… Sam se da cuenta de que habría sido mejor con sus amigos.

¡Todos tienen un talento! No se trata de cosas bonitas, sino de dar lo mejor de uno mismo. Ayuda a los demás a sentirse seguros y deja que todos brillen.