Elsa vio que Mia no tenía comida y, en secreto, compartió su almuerzo con ella. Poco a poco, toda la clase empezó a ayudar. Mia se sintió feliz y comenzó a almorzar con sus amigos. Todos aprendieron la importancia de apoyarse mutuamente.

Es importante comprender a los demás. Las palabras amables y las pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia.