Liam es un niño de seis años. Le encanta jugar en el parque cerca de su casa. Hoy ve algo extraño. El gran árbol en el centro del parque tiene marcas de pintura roja. Liam se preocupa.

—¿Por qué hay pintura roja en el árbol? —se pregunta.


Liam ve a un grupo de niños jugando cerca del árbol. Le pregunta a su amiga Amina:

—¿Sabes por qué el árbol tiene pintura roja?

Amina, que tiene el cabello rizado y negro, responde:

—Escuché que lo van a talar.

Ese árbol es el lugar favorito de Liam para jugar, ¡y además hay nidos de pájaros en él!


¿Cómo crees que se siente Liam cuando escucha que pueden cortar el árbol?

Liam y Amina hablan con los otros niños.

—Tenemos que salvar el árbol —dice Liam.

—¿Pero qué podemos hacer? —pregunta Amina.

Liam piensa un momento.

—¡Podemos pedir ayuda a nuestros vecinos!

Los demás están de acuerdo y comienzan a tocar una a una la puerta de la casa de sus vecinos. Liam les explica por qué el árbol es importante. Algunos sonríen y dicen que ayudarán, pero otros no parecen interesados.


¿Cómo se siente Liam cuando algunos vecinos no quieren ayudar?

Liam, Amina y los demás niños se reunieron bajo el árbol. Levantaban carteles que decían: "¡Salvemos el árbol!" Más personas del barrio llegaron para ayudar, incluso adultos. Pero entonces, un hombre con una sierra se acercó.

“Tengo que cortar este árbol”, dijo.


¿Qué debería hacer Liam?