Jamie se sintió cada vez más frustrado mientras jugaban. Alex no le preguntó si necesitaba ayuda ni hizo ningún cambio en el juego. Simplemente siguió jugando como si todo estuviera bien. Pero Jamie tenía dificultades con las piezas pequeñas y no se estaba divirtiendo.

Finalmente, Jamie dejó de jugar. Puso las piezas sobre la mesa y dijo en voz baja: "Tal vez este juego no sea para mí". Alex se sintió triste y no supo qué hacer. La habitación, que antes estaba llena de alegría, ahora se sentía en silencio.

Jamie pasó el resto del día sentado solo, mientras Alex jugaba por su cuenta. La oportunidad de un fin de semana divertido se perdió, y ambos primos se sintieron solos y tristes.

El fin de semana de Alex y Jamie muestra cómo un buen amigo hace que todos se sientan bienvenidos e incluidos. Incluso en situaciones difíciles, ser amable puede convertir cualquier desafío en una aventura divertida. ¡Recuerda! Todos somos diferentes y por eso, ayudar a los demás marca una gran diferencia. Cuando trabajamos juntos y nos divertimos juntos, podemos crear lazos especiales que duren para siempre.
El final triste nos ayuda a entender cómo no incluir a los demás en nuestra diversión puede hacernos sentir solos, tanto a ellos como a nosotros.